EL PROYECTO MUNDO ALAS EN EL ESPACIO CULTURAL NUESTROS HIJOS

viernes, 28 de agosto de 2009


Jueves, 27 de agosto de 2009

EL PROYECTO MUNDO ALAS EN EL ESPACIO CULTURAL NUESTROS HIJOS

La potencia de quien se propone todo
Las excusas eran la presentación del disco de Carina Spina y de Cuento con alas, el libro de Patricia Knopf y Silvina Mansilla que retrata la historia de los artistas convocados por León Gieco. Pero todo derivó en una rotunda celebración de la vida.


La jornada incluyó, por supuesto, un show de Gieco junto a los artistas de Mundo Alas.

Por Karina Micheletto

La escena transcurre en lo que alguna vez fueron aulas para instruir a cadetes de marina, en lo que alguna vez fue la ESMA, en lo que alguna vez fue territorio del horror. En lo que hoy es un espacio cultural sostenido por gente en su mayoría joven, a la que se le nota la alegría en el trabajo. No hay voluntad museística en la forma en que se plantea este espacio, y eso es, quizá, lo que más impresiona al traspasar las rejas de Avenida del Libertador. Se siente vivo el presente, no el pasado; el pasado ha sido transformado, pero sus marcas permanecen visibles. Hasta aquí llega un nutrido grupo que enseguida transforma el lugar en una suerte de bulliciosa estudiantina. Son los miembros de Mundo Alas, que parecen haber encontrado en León Gieco un coordinador de viaje dispuesto a sumarse a la farra, pero también a pedir silencio cuando es necesario.

El martes pasado, en el Espacio Cultural Nuestros Hijos, dos nuevos capítulos del proyecto Mundo Alas tuvieron su presentación en sociedad: el libro Cuento con alas, que recoge los testimonios de vida de los artistas de Mundo Alas, y el flamante disco de la cantante Carina Spina, Pasos en el tiempo. La presentación estuvo llena de risas y de música, y allí estuvieron Gieco, Spina y muchos de los artistas comprometidos en el proyecto: Pancho Chévez, Maximiliano Lemos, Alejandro Davio, Carlos Mello, Carlos Sosa, Antonella Semaán, Raúl Romero, los bailarines de la compañía AMAR tango danza, entre otros. Faltó el bailarín Demián Frontera: estaba ensayando para el reestreno del espectáculo En ruedas del amor, que presenta los domingos en el Teatro Club del Bufón del Abasto, según se encargó de anunciar su mamá, Susana.

Hubo más invitados: Silvina Chediek, que puso la voz a la versión parlante de Cuento con alas; las musicoterapeutas Patricia Knopf y Silvina Mansilla, autoras del libro; Teresa Parodi, directora del ECuNHi; Luis Gurevich, quien participó del disco de Spina y del libro parlante; Oski Amante, que grabó la música de la película Mundo Alas; María José Lubertino, titular del Inadi (el organismo auspició la edición en braille y parlante del libro); Fernando Molnar y Sebastián Schindel, los directores de la película junto con Gieco, familiares, amigos. Más tarde, Hebe de Bonafini y varias madres de la Asociación Madres de Plaza de Mayo siguieron desde las primeras filas la presentación del disco y el libro, y la posterior proyección de la película, en un auditorio colmado que, como todo en el ECuNHi, muestra marcas de un pasado maravillosamente modificado: aquí mismo, explica Teresa Parodi, funcionaba un astillero donde se reparaban barcos, y los gruesos ganchos y cadenas todavía cuelgan de los techos.

A la hora de la música, Spina mostró un par de temas de su CD, donde hay lugar para canciones de Silvio Rodríguez, Isabel Parra, Teresa Parodi y, claro, León Gieco. Su voz es clara, afinada, capaz de dotar de un nuevo color a un tema popular como “En la frontera”, de Parra. Cantaron y tocaron también Pancho Chévez, Alejandro Davio, Maximiliano Lemos, bailaron los chicos de la compañía AMAR, se supo que el tema “Milonguita” fue compuesto por Gieco para la mismísima Milonguita presente, según el apodo que le puso la maestra de jardín a una de las bailarinas.

Los integrantes de Mundo Alas son artistas con diferentes discapacidades: algunos son ciegos, o con síndrome de Down, o en silla de ruedas, cargan secuelas de parálisis cerebral o de hidrocefalia, otros no tienen brazos, otros no tienen brazos ni piernas. Discapacidades que, como definen las autoras del libro en la opinión que acompaña a esta nota (ver aparte), imponen la marca de la diferencia en un mundo que excluye lo diferente. Para poder mostrar cuán buenos artistas son, todos ellos tuvieron que vencer sus marcas. El libro Cuento con alas cuenta la forma en que lo hicieron.

Al menos dos reflexiones despierta la lectura del libro, el recorrido por las intensas historias de vida de estos artistas. La primera, sobre el poder transformador de la música, inmenso, seguramente aún desconocido dentro de las fronteras de lo que conocemos como ciencia. Cualquiera que haya visto la forma en que reacciona un niño muy pequeño ante la música, sabe que en el ritmo y la melodía hay algo misterioso, anterior a la cultura; una conexión directa con algo del más profundo orden de lo humano. La segunda, sobre el poder transformador del ser humano, inconmensurable. El filósofo Cornelius Castoriadis habla de “la todopotencia del hombre”, y no se trata de receta de libro de autoayuda: el hombre puede todo lo que quiere; y lo quiere todo. Algunos lo olvidan en la batalla cotidiana que es la vida. Los artistas de Mundo Alas lo quieren todo.



Un libro necesario


Cuento con alas narra, en diferentes “paradas”, la aventura de un viaje, o de muchos viajes, a través de las vidas de los artistas. El libro tiene su versión Braille y parlante y se distribuirá gratuitamente en las escuelas de ciegos y disminuidos visuales, la Biblioteca Argentina para Ciegos y delegaciones del Inadi de todo el país. En la presentación, Carlos Mello, periodista que actualmente tiene su programa en FM La Boca, resumió lo que transmite el libro: “Estamos unidos no por la discapacidad, sino por lo que sabemos hacer. No venimos a decir que somos discapacitados, venimos a mostrar quiénes somos”. Mello lo expresa de otra manera en el libro: “Comparados con los pájaros, todos estamos discapacitados para volar”.



OPINION

Discapacidades

Por Silvina Mansilla y Patricia Knopf *
Hemos escuchado muchas maneras de nombrar la discapacidad. Nos seguimos preguntando: ¿De quién es la discapacidad? O mejor, ¿discapacidad para qué? Es esta una representación social difusa, multívoca, pero con profundos efectos en quienes tienen que vérselas con ella. Estamos pensando que la discapacidad funciona más bien como una atribución. Un decir sobre el otro que pretende marcarlo. La contienda, entonces, no aparece únicamente con el cuerpo, los diagnósticos, los sentidos o la movilidad; también con y contra esta representación. ¿Qué soy si soy un discapacitado? ¿Con qué de esto que se supone de mí me identifico?

La discapacidad corre la suerte del tratamiento de la diferencia que se hace socialmente. El silencio o la exclusión. Diferencias por el cuerpo, por el aspecto, por las condiciones económicas, por la sexualidad. Todos somos responsables de esto. Pero algunos lo son más que otros. Pensamos que esta experiencia que estamos desarrollando y otras muchas anónimas y tesoneras en todo el país, con las que hemos tomado contacto en este tiempo, contribuyen a visibilizar. Pretendemos proponer reflexión y acción en contra del silencio o la exclusión, para desandar ciertos caminos. Pretendemos encarnar esta idea: Somos todos diferentes. Y el mundo es para todos. Por eso “para todos lo mismo” no es equidad. A cada uno según su necesidad, debiera ser la premisa, en todo caso.

Porque, por otro lado, ¿de qué capacidad estamos hablando cuando se trata de la posibilidad de habitar indiferentemente un mundo que excluye? ¿Es una capacidad el individualismo, el salvarse solo? Elegir cómo ser nombrado, responsabilizarse del deseo, exige creatividad y trabajo. Y, como nos dijo Eva Giberti, mucha alegría.

* Musicoterapeutas, autoras del libro Cuento con alas.

1 comentarios:

Patricio dijo...

Querido León:
Solo quiero que sepas lo importante que sos para “La Historia Esta” que estas escribiendo con tanto amor y tenacidad, mucha fuerza de León Rey de la naturaleza mas pura del hombre simple y claro.
Después de echar un vistazo en tu obra, veo todos los desafíos a los que te propusiste lograr y sin ningún tipo de dudas los llevaste a cabo, con todos los obstáculos y dificultades que solo te hicieron mas fuerte y tu historia es nuestra historia, La Historia Esta, la de un pensamiento de Dios que camina flotando en el viento de los sueños que El no pudo realizar.
Quizás tu tan colosal viaje de Ushuaia a La Quiaca, el de dejar las grandes urbes y entrar el los montes para cantar con sus últimos pájaros cantores que debías rescatar antes de que muera la cultura sin que nadie les haya dado su lugar en la historia y que su canto retumba en los genes mas profundos de los que amamos este suelo.
O quizás hacer una canción solo con la “O”, y con tu Orozco pudiste dar un simple ejemplo de que se pueden decir tantas cosas a pesar de tener una limitación tan acotada como la de utilizar solo una vocal, y con esto poder tener tanto alcance, y pensar que tenemos tantas otras formas mas de decir las cosas y las muchas cosas que a veces nos callamos y hay palabras que nunca llegan a nacer ni ver la luz de las tantas posibilidades y oportunidades que tuvieron para modificar la historia, como lo hizo tu “O”… Hoooo sos coloso Loón.
Y ya llegaste volando angelicalmente a “Mundo Alas”, como para desafiar a todas las leyes de la artificialidad de esta sociedad tan prejuiciosa y resentida por la cual nos toca lidiar con tantos obstáculos estúpidos que nos ponemos los “normales” sin tener la altura de verlo desde tu gigante visión de pionero en lo que innovas sin mas intención que obedecer a tu altruismo innato y redentor. ¡Cuantos Lazaros que se levantaron, anduvieron y cantaron junto a Ti!
Solo quería contarte lo importante que sos en estos tiempos tan duros que nos toca vivir, y vos soñando y volando y cantando…gracias por todo amigo de Dios que nos bautizas con tu trino luminoso de buena fé de que el mundo puede ser mejor a pesar de las dificultades, si al fin, aquel que murió en la cruz también pasó por aquí le fue difícil todo, y a pasar de ser el hijo de Dios, no tuvo privilegios por sobre el resto, ese es tu ejemplo y tu estrella.
Patricio Pino